Virginia Wolf decidió suicidarse y llenó de piedras los bolsillos de su abrigo, para después lanzarse al río que
Volar, lo que se dice volar... No vuelo. Pero tengo alas para volar por dentro. O creí tenerlas. Hace
No sé si donde vivís vosotros pasará igual, pero en Madrid, las sirenas de las ambulancias se oyen constantemente.
He escrito tantos poemas que no sé si vale la pena. De qué me sirve escribir la pena que
Quédate conmigo un ratito más, cántame bajito tu nana "a dormir", y mi canción "Rosabel" antes de ir, regálame
Un silencio que hiere las paredes de mi cuarto, una ausencia que me embriaga y me emborracha a su
Quién puede robar un rosal, quién puede matar un sueño, quién una esperanza nublar, quién osa borrar un recuerdo.
No queríamos casa con jardín, ni cenar a las 10. No queríamos lo que querían los demás y aunque