¿Pero qué coño queréis? ¿Otra ETA?
Legalizáis, dais voz y voto e incluso votáis a partidos que están en contra de España, que quieren rebelarse contra ella y apropiarse de un territorio porque, según ellos, sus ideas y su visión mermada de la historia y de la vida, les legitima para ello.
Blanqueáis terroristas. Asesinos que no se arrepienten de sus crímenes, nos los queréis hacer pasar por buenos. Pactáis con terroristas y asesinos. Se os llena la boca con la palabra «diálogo», mientras secesionistas y violentos se llenan los bolsillos con nuestro dinero y sus manos con nuestra sangre.
Permitís que aleccionen a nuestros niños, dando a estos enemigos de España el control absoluto de la educación, para que deformen la historia, la realidad y las mentes de las nuevas generaciones.
Les cedéis el control de los medios de comunicación, para que puedan manipular también el conocimiento y el pensamiento de todos: niños y mayores.
¿Qué pensabais que iba a pasar? ¿Que os iban a besar la mano y agradecer vuestros regalitos? Seguid dialogando.
Seguid apoyando a esta gente y dándoles barra libre. Más diálogo.
Algunos ya sabemos cómo acaba esto. Tenemos memoria. Y no de esa histórica o histérica que está tan de moda ahora. Memoria de la de verdad. De la que se crea por los recuerdos de los muertos en las calles, en los brazos… Por los sonidos que se te graban de los estruendos de las bombas y los tiros en la nuca… Memoria de manos pintadas de blanco al grito de «¡Basta ya!»
Queridos políticos y gobernantes de ahora y de los últimos 30 años: sois todos unos inútiles, unos sinvergüenzas y no os merecéis el país que tenéis en las manos.