header parallax image
Made in Martínez

El Gen Martínez

  • Home
  • Con sarcasmo y sin él
    • Amor y otras complicaciones
      • Yo un día te quise como a nadie
    • Cosas que mi padre me enseñó
    • El día a día
  • Cosas que riman
  • Opinión (la mía)
  • En Youtube
  • En prensa
  • Sobre mí
  • Contacto
  • Home
  • Con sarcasmo y sin él
    • Amor y otras complicaciones
      • Yo un día te quise como a nadie
    • Cosas que mi padre me enseñó
    • El día a día
  • Cosas que riman
  • Opinión (la mía)
  • En Youtube
  • En prensa
  • Sobre mí
  • Contacto
Amor y otras complicaciones

A mi abuelo

19 febrero, 2019 19 octubre, 2019 Rosa Martínez1834 views

Siempre tenía las manos calientes. Siempre. Una manos trabajadas, de dedos regordetes y piel tostada por el sol. Unas manos de trabajador incansable, que te regalaban una caricia en cuanto te tenían cerca.

Me recuerdo siendo una niña, con 4 o 5 añitos, corriendo desde el umbral de la puerta de su casa hacia el salón, en busca de sus manos.

– ¡Ay mi niña! ¡Pero qué carita más fría traes! Ven que te caliento.

Y me llenaba la cara con sus manos, esas manos cálidas que te calentaban hasta el alma. Luego recogía mis pequeñas manitas entre las suyas.

– ¡Trae esas manitas! ¡Que te las caliente el abuelo!

Y con mis deditos enredados entre los suyos, me contaba historias. Historias de cómo aprendió a leer con un ejemplar de El Quijote, mientras pastoreaba con un amigo. Y de las risas que se gastaban, al saber que el gigante era un molino.

Y así crecí. Con el calor de sus manos y de sus historias. Una vida contada de memoria, sentada en su regazo.

Un día, al traspasar la puerta y llegar al salón, fui como siempre al regazo de mi abuelo. Y cogí sus manos entre las mías. Aquellas manos regordetas, fuertes pero suaves, tostadas por el sol… habían dejado paso a unas manos finas, con dedos puntiagudos y una piel que dejaba ver las violetas venas que las atravesaban.

– ¡Uy, qué manitas más frías tienes, abuelo! ¡Déjame que te las caliente!

Y él sonreía mientras enredábamos nuestros dedos. Yo le contaba mis historias, de cómo había sacado mi primera matrícula de honor en la carrera y el castigo que me daba el chico con el que salía. Y él sonreía.

Pero ya no contaba historias. Ya no le quedaban palabras, quizá las había gastado todas. Así que yo le daba las mías. El calor había abandonado sus manos. Y poco a poco fue abandonando su cuerpo.

Pude despedirme, horas antes de que su cuerpo se enfriara para siempre y del todo. Ya no sonreía. Pero se le cayó una lágrima aquella mañana al verme junto a su lecho.

– No llores, abuelo. No tengas miedo. Ahora ya te toca descansar. Y tu nieto Juan te está esperando al otro lado para que le cuentes tus historias. Él también te necesita.

Y sonrió. Mi corazón se quebró para siempre pero él sonrío. Y ahora me toca a mí contar sus historias porque no merecen caer en el olvido. Ahora me toca a mí hacer memoria de su memoria, porque yo tuve la suerte de tener un abuelo maravilloso, que me habló de las penurias de la guerra y de la maldad y la bondad de las personas.

Gracias abuelo.

Rosa Martínez19 febrero, 2019
previous story

Lo que quedó en el tintero

next story

La intolerancia del tolerante

También te podría gustar leer...

El pastor y la estudiante - Made in Martinez

El pastor y la estudiante

19 febrero, 2019 19 octubre, 2019

Te doy mis frases con «y»

19 febrero, 2019 19 octubre, 2019

No quiero vaciar de amor a otras personas

19 febrero, 2019 19 octubre, 2019

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

¿ME INVITAS A UN CAFÉ?

Sobre mí

Made in Martínez

Bienvenido a MadeInMartinez

breakline
No sé si soy escritora, pero escribo. Es sólo una necesidad. ¿En serio quieres saber quién soy? Bueno, si esa es tu necesidad... Saber más

Categorías

  • Con sarcasmo y sin él
    • Amor y otras complicaciones
      • Yo un día te quise como a nadie
    • Cosas que mi padre me enseñó
    • El día a día
  • Opinión
  • Poesía

Instagram

Copyright © 2018 MADEINMARTINEZ All Rights Reserved | Blog